2 En efecto, habiendo entrado en la ciudad llamada Persépolis,
pretendió saquear el santuario y oprimir la ciudad; ante
ello, la
muchedumbre sublevándose acudió a las armas y le puso en fuga; y sucedió
que Antíoco, ahuyentado por los naturales del país, hubo de emprender una
vergonzosa retirada.
3 Cuando estaba en Ecbátana, le llegó la noticia de lo ocurrido a
Nicanor y a las tropas de Timoteo.